En el corazón de nuestra tradición está el compromiso de cuidar a cada ternera desde el primer día. Esto no es solo un trabajo, es todo un arte que se lleva en la sangre. La crianza responsable combina dedicación, respeto por los animales y amor por la tierra. Queremos que cada bocado que des cuente una historia de calidad, cuidado y sostenibilidad, como la que encuentras en los puestos del mercado de abastos de Zamora, el mercado del Val en Valladolid o el mercado central de Tarragona.
Un compromiso que nace en la finca
Todo empieza en la finca, donde cada ternera es más que un animal: es parte de nuestro día a día. Desde que nacen, nos aseguramos de que tengan un entorno limpio, tranquilo y natural. ¿Cómo lo hacemos? Con alimentación natural a base de pastos y forrajes de calidad, sin meterles químicos ni cosas raras. Además, nuestro manejo ético pone el bienestar animal por delante, porque una ternera feliz crece mejor y da una carne que se nota en el paladar.
¿Qué significa un entorno adecuado?
Imagina un sitio donde las terneras pastan a sus anchas, con espacio de sobra para moverse y descansar. Usamos técnicas de rotación de pastizales para que el suelo no se agote y la biodiversidad se mantenga a tope. Esto no solo beneficia a los animales, sino que también ayuda a reducir el impacto ambiental, algo que nos tomamos muy en serio. En los mercados de abastos, pero también online, los clientes valoran que nuestra carne venga de fincas que cuidan el entorno.
Beneficios para el medioambiente
La ganadería puede ser una aliada del planeta si se hace bien. Nuestras prácticas sostenibles evitan la cría intensiva que tanto daña el suelo y contamina el agua. La ganadería extensiva, como la nuestra, puede incluso ayudar a mantener hábitats ricos en biodiversidad. Al elegir nuestra carne estás apoyando un modelo que cuida la naturaleza.
La filosofía detrás de la crianza responsable
Nuestra manera de trabajar se apoya en tres pilares que son nuestro santo y seña. Aquí te los contamos con detalle para que veas cómo cada uno aporta valor a lo que llega a tu mesa.
Bienestar animal Nuestra prioridad número uno
No es solo criar terneras, es tratarlas como se merecen. Cada una recibe atención personalizada de un equipo de profesionales, desde ganaderos hasta veterinarios, que están pendientes de su salud y comodidad. Nada de estrés ni prácticas agresivas. Por ejemplo, evitamos el uso de antibióticos innecesarios y priorizamos métodos naturales para que crezcan sanas. Esto se traduce en una carne más sabrosa y en la tranquilidad de saber que los animales han vivido bien.
Calidad y trazabilidad Saber de dónde viene tu carne
¿Sabes qué mola? Poder contarte exactamente de dónde viene cada filete que compras. Nuestra trazabilidad es como un DNI para cada ternera: desde la finca hasta nuestros puntos de venta físicos en tres provincias españolas, seguimos cada paso con controles súper estrictos. Usamos tecnología como chips electrónicos para monitorizar a los animales, asegurándonos de que todo el proceso sea transparente. Así, cuando eliges nuestra carne, sabes que estás comprando calidad con historia.
Sostenibilidad Cuidar el planeta es cosa de todos
La ganadería sostenible es nuestro compromiso con el futuro. Evitamos la cría masificada, que contamina y agota los recursos, y apostamos por métodos que cuidan el suelo, el agua y el aire. Por ejemplo, usamos energía renovable en nuestras fincas y reducimos las emisiones de metano con dietas específicas para las terneras, como las que incluyen suplementos naturales. Esto no solo beneficia al planeta, sino que también mejora la calidad de la carne que encuentras.
El impacto en el producto final
Todo este curro se nota en el plato. La carne de una ternera criada con cariño tiene una textura única, un sabor auténtico y una jugosidad que te hace cerrar los ojos al probarla. Esto pasa porque respetamos el ciclo natural de los animales, sin forzarlos ni acelerar su crecimiento.
La clave está en el respeto por el ritmo de la naturaleza. Una ternera que crece sin prisas, con una dieta natural y en un entorno sin estrés, desarrolla una carne más tierna y con mejor marmoleado (esas vetitas de grasa que le dan jugosidad). Además, al evitar químicos y hormonas, el sabor es más puro.
Un vínculo con el consumidor
Cuando compras nuestra carne, no solo te llevas un producto, te llevas una conexión. Cada pieza y corte es el resultado de un esfuerzo colectivo para hacer las cosas bien. Esa transparencia crea confianza y hace que cada comida sea una experiencia especial.
Más que un método Una forma de vida
Para nosotros, la crianza responsable no es solo un oficio, es un estilo de vida. Es levantarse cada día con la misión de hacer las cosas bien, desde cuidar a las terneras hasta proteger el planeta. Cada animal es un testimonio de nuestra pasión, y cada corte de carne lleva consigo ese compromiso.
Compromiso con la comunidad
Nuestra manera de trabajar también apoya a las comunidades locales. Al vender en mercados regionales, impulsamos la economía de la zona y ofrecemos productos de proximidad que reducen la huella de carbono del transporte. Comprar local es una de las formas más efectivas de apoyar la sostenibilidad. Además, colaboramos con ganaderos y proveedores de Castilla y León para fortalecer el tejido rural.
Una invitación a disfrutar
Si quieres saborear la diferencia, conoce el catálogo en nuestra carnicería online y, por que no, pásate por nuestros puestos en los mercados de abastos de Zamora, Valladolid y Tarragona y prueba nuestra carne. Cada corte es una prueba de que la calidad empieza desde el primer día, con una ternera criada con amor y un proceso que respeta tanto a los animales como al planeta. Ven, descubre la historia detrás de cada bocado y déjate sorprender por el sabor de la crianza responsable.